lunes, 10 de marzo de 2008

Kafka en la orilla


Sé que da la impresión de que sólo leo novela japonesa, es más, de que sólo leo a Murakami, pero aunque no sea del todo verdad, sí es cierto que es uno de los escritores que más me ha impresionado en los últimos años. Por eso os traigo aquí este libro. Una verdadera joya.

En principio, esta novela atrae por su título. La referencia a Kafka en una novela japonesa, ubicándolo en la orilla del mar, con lo poco apropiada que es esta imagen en relación al escritor checo, capta nuestra atención y despierta cierto interés por descubrir qué hay de kafkiano en esta historia. Y lo hay. Y mucho.
Esta historia de Murakami destaca por muchos motivos. En primer lugar, porque de pronto se abre ante nosotros una verdadera novela de realismo mágico nipón. Una novela en la que se dan todos aquellos principios vertebradores con los que tanto nos atrajeron en su momento las historias de Carpentier, Rulfo, García Márquez y tantos otros, pero pasada por el tamiz de la cultura, la sensibilidad y las costumbres japonesas. Por lo tanto, una visión nueva, diferente y enriquecida de esa novela sudamericana que nos enganchó hace unos años. Sólo por eso merece la pena. Pero hay más. Mucho más. Murakami sigue mostrándonos una de sus máximas habilidades a la hora de escribir una historia: su capacidad para crear personajes hermosos. Personajes que se enganchan a nuestra alma, que nos hacen sufrir, sentir, emocionarnos y a los que acabamos queriendo como si se tratase de familiares cercanos. Esta increíble capacidad para ofrecernos estas vidas sencillas y a la vez complejas, estos sentimientos tan humanos como increíbles y esta sinceridad en todos y cada uno de sus actos, es realmente conmovedor.
Por todo ello es una novela altamente recomendable: una historia mágica sobre personajes encantadores y conmovedores.
Ahora voy a por su última novela, Sauce ciego, mujer dormida, ya os contaré.

Recomendación de Andrés M. Jiménez



En el estudio de la historia de las civilizaciones que nos precedieron subyacen determinados interrogantes, hoy en día sin respuesta. Estas incertidumbres se hacen más inabarcables cuando analizamos el legado cultural, material y artístico de las mismas: ¿por qué Keops sacrificó a su pueblo en la construcción de una pirámide de más de dos millones y medio de bloques de piedra de más de cuarenta toneladas cada uno?, ¿cómo se realizó tal obra de ingeniería?, ¿qué instrumentos utilizaron los astrónomos mayas para alcanzar unos conocimientos tan precisos del espacio-tiempo?, ¿qué simbolizan los glifos –dibujos- de Nazca?, ¿cómo se dibujo el misterioso mapa de Piri Rëis, en el cual, la Antártida aparece sin hielo y el contorno de América es de una precisión similar a una imagen tomada por satélite actual, siendo su datación de 1348?, ¿qué llevó a diferentes culturas muy distantes entre si a construir pirámides (egipcios, mayas, jemeres, toltecas) y por qué las alinearon orientándolas a la constelación de Orión?...

Cada una de estas civilizaciones a ojos de Julius Gabriel, un prestigioso arqueólogo, nos quisieron dejar un mensaje conjunto de salvación ante una fecha, el 21 de diciembre de 2012, día en el que según el calendario maya se acabará el mundo. El legado de la búsqueda de ese mensaje salvador será recogido por su hijo Michael Gabriel, el cual emprende una lucha contrarreloj, por salvar a la humanidad de un “mal” que está aletargado en la Tierra desde la época de la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años y que el día del solsticio de invierno del 2012 despertará con el objetivo de poner fin a la historia de la humanidad.

En este libro, Steve Alten, nos proyecta a una visión imaginaria de cómo las distintas civilizaciones se vieron favorecidas en su evolución por seres extraterrestres procedentes de la constelación de Orión. Pero, no todo fue una evolución tecnológica, paralela a ella, surgiría la idea del bien y del mal –de la que bebieron ulteriores religiones-, así como la de los continuos peligros a los que está expuesto el planeta azul en su constante viaje por la vía láctea y la clave genética de autodestrucción propia del ser humano: todo ello recogido en la variedad de improntas dejadas por extintas culturas que nos precedieron, centrándose sobre todo en los mitos mayas.

Recomiendo este libro a todos aquellos que disfrutan de la Historia, no sólo en su versión rigurosa y oficialista, sino también en la proyectada desde el prisma abierto de la hipótesis, la fantasía y el mito.



Libro recomendado por:
ANDRÉS M. JIMÉNEZ BALLESTEROS
DPTO. CIENCIAS SOCIALES